Relación de Ayuda en la Ortopedia IV – El chico de 38 años

De Tienda a Consulta
Adela Miguel Carmona
Técnico Superior en Ortoprotésica. Licenciada en Pedagogía Terapéutica
Máster en Terapia Integral y Relación de Ayuda

Comunicación Terapéutica Propositiva:

La Relación de Ayuda es un proceso de comunicación terapéutica propositiva entre profesional y paciente, que es conducido por el mismo profesional: el técnico ortoprotésico actúa de una determinada manera, de forma deliberada, que facilita que el objetivo de la Relación de Ayuda se dé durante la consulta.
Recordemos que el objetivo de la Relación de Ayuda es que el paciente pueda sentir que es escuchado y comprendido en su situación/problema, facilitándole un espacio de seguridad en el que exprese su necesidad, sintiéndose libre de juicios de valor por parte del profesional.
El propósito de la comunicación terapéutica, en el ámbito de la ortoprotésica, es acompañar al paciente a establecer una actitud de aceptación con su realidad de enfermedad/dependencia y favorecer una actitud activa y positiva ante el uso del producto ortopédico que facilita el desarrollo de su propia autonomía personal.

Destrezas del profesional. Se entrenan y se aprenden.

Karkhuff, uno de los padres de la Relación de Ayuda, propone que el profesional que acompaña a una persona en su proceso de desarrollo hacia la salud y autonomía personal debe entrenar una serie de capacidades, destrezas y habilidades de comunicación y relación terapéutica necesarias para establecer esta relación “especial” potenciadora del crecimiento personal.
Sabemos, entonces, que la Relación de Ayuda es un proceso de comunicación terapéutica que se entrena y se aprende. No es una cualidad de unos pocos elegidos, sino que está al alcance de todos los ortopédicos que estén interesados en dominarla e implementarla en su proceso ortoprotésico.
De forma muy resumida, voy a nombrar las habilidades de comunicación y relación terapéutica más importantes que debemos entrenar, hasta convertirlas en parte de nuestra propia personalidad.

Empatía: Es la capacidad de percibir e interpretar correctamente lo que experimenta el paciente. Requiere comunicar esta percepción a la persona acomodando nuestro lenguaje a sus propios sentimientos. Sin empatía no existe base para la ayuda.

Respeto: Conocida también como “Aceptación Incondicional”. Es el aprecio a la dignidad y al valor como persona de nuestro paciente. Vemos en la persona los recursos que ya posee en sí misma para vivir una vida más efectiva, aunque estos recursos pueden estar bloqueados o impedidos en su pleno funcionamiento durante el proceso ortoprotésico. Aceptamos su libertad y su derecho a tomar sus propias decisiones. Fomentamos la individualidad, considerándolo como un ser único y contribuimos a su desarrollo constructivo. Evitamos emitir juicios de valor hacia ella.

Genuinidad: Capacidad del profesional de ser él mismo en la relación de ayuda. Ser honesto consigo mismo para que el paciente lo pueda ser también hacia su propia persona.

Personalización: Acompañamos a la persona a que vea su situación/problema como suyo y no como algo ajeno a sí misma: analizando su grado de responsabilidad, analizando su control sobre la situación, analizando su propia capacidad y grado en que desea solucionar su problema.

Inmediatez: Ayudamos al paciente a comprenderse más claramente en el “Aquí y Ahora” Es la habilidad para discutir directamente con la persona sobre lo que le ocurre en este instante presente.

Confrontación: Ayudamos al paciente a enfrentarse a su propia situación/problema y a dar los pasos que le van a llevar a la resolución. Le orientamos en las acciones a tomar.

Concreción: Nuestra respuesta como profesionales ante la situación/problema que muestra el paciente no debe ser algo abstracto e intelectualizante, y por tanto, separado emocionalmente de los sentimientos y experiencias de la propia persona. La concreción nos ayuda a delimitar la situación, tanto en su comprensión como en la resolución de la misma, siempre dentro del marco de pensamiento y sentimiento de la persona a la que estamos atendiendo.

Mi diario de trabajo

El registro escrito de nuestras consultas con pacientes, el llevar un diario de trabajo, es una herramienta de alto valor pedagógico para hacer un seguimiento de nuestro propio entrenamiento de las habilidades de comunicación en la Relación de Ayuda en la Consulta de Ortopedia.
Voy a compartir con vosotros el registro de un proceso ortoprotésico en mi consulta de ortopedia, a modo de ejemplo y concreción de todo lo explicado hasta ahora.

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Imagen cortesía de stockdevil en FreeDigitalPhotos.net

“El Chico de 38 años”

El cliente de hoy me lleva a reflexionar. Es un chico de 38 años. Su trabajo está relacionado con el ordenador. Trabaja en su propio domicilio.

Su consulta está dirigida a la compra de un electroestimulador para reducir el dolor crónico que siente en las cervicales-dorsales. Un amigo se lo ha recomendado.

Le pregunto qué acciones ha llevado a cabo para paliar este dolor hasta ahora. Me responde que recibe tratamiento de masaje, se ha comprado una almohada anatómica, practica natación de forma regular y una vez a la semana asiste a una sesión de yoga. Con todo y con esto, el dolor sigue persistiendo y le preocupa, ya que le dificulta en la productividad laboral.

Durante la conversación, le oriento hacia la autoobservación de sus pensamientos cotidianos y su forma de afrontar las tareas cotidianas. Toma conciencia de que se estresa con facilidad y siente una percepción de ansiedad permanente. Toma conciencia de que hay momentos del día en que no percibe el dolor. Le remito a observar qué sucede en su entorno en esos momentos del día en que el dolor desaparece: le apasiona la lectura. Cuando lee no siente el dolor.

Se da cuenta de que al entrar en la ortopedia la sensación de dolor está presente y que después de conversar conmigo el dolor desaparece. Hace referencia a mi tono de voz y vocabulario.

Con la información que he recogido durante la visita integral, llego a la conclusión que el electroestimulador no va a dar los resultados esperados por el propio paciente, pudiendo aumentar sus sentimientos de frustración por la ineficacia de todas las acciones que ya realiza para reducir su dolor.

De hecho, el tratamiento que ofrece este producto ya lo está recibiendo con la intervención directa del fisioterapeuta. Tiene cita, en breve, con el médico especialista. Le proporciono el teléfono de mi consulta y le invito a que me vuelva a ver con los resultados de la visita del especialista y su indicación para aplicar el tratamiento correcto y efectivo.

Durante toda la visita, me he mostrado cercana al paciente: he mantenido una respiración pausada. Mi tono de voz ha sido suave. He mantenido la mirada en su rostro, he mantenido mi atención puesta en su expresión verbal y atenta a su lenguaje corporal. He evitado interrupciones, dedicando mi máxima atención en escuchar y comprender su situación/problema.

Su dolor se refleja en la región corporal de las dorsales-cervicales. Es una zona muy propensa a manifestar la tensión nerviosa desencadenada por conflictos vitales. Quedo a la espera de la valoración médica. Si la exploración física del especialista no muestra causa física/orgánica que ocasione el dolor, me propongo orientar al Chico hacia un tratamiento que le ayude a profundizar en su realidad vital (familia, trabajo, amigos, economía, proyectos…) para hallar la causa de su constante tensión.

Publicado en Artículos de Ortopedia #6 – 1r trimestre 2015

Más información:

relaciondeayudayortopedia.blogspot.com.es

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